jueves, 20 de febrero de 2014

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA ADMINISTRACIÓN

INFLUENCIA DE LA ORGANIZACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

A través de los siglos, las normas administrativas y los principios de la organización pública se fueron transfiriendo de las instituciones estatales a las instituciones de la naciente Iglesia Católica y a las organizaciones militares.
Esa transferencia se hizo lenta, pero efectivamente, tal vez porque la unidad de propósitos y de objetivos - principios fundamentales en las organizaciones eclesiástica y militar - no se encontraba siempre en la acción política que se desarrollaba en los estados, movida generalmente por los objetivos contradictorios de cada partido, dirigente o clase social.
En el transcurso de los siglos, la Iglesia Católica estructuró su organización, su jerarquía de autoridad, su estado mayor (asesoría) y su coordinación funcional.
La Iglesia cuenta con una organización jerárquica tan simple y eficiente, que su enorme organización mundial puede operar satisfactoriamente bajo el mando de una sola cabeza ejecutiva: el Papa, cuya autoridad coordinadora, según la Iglesia Católica, le fue delegada por una autoridad divina superior.

De todos modos, la estructura de la organización eclesiástica sirvió de modelo para muchas organizaciones que, ávidas de experiencias exitosas, pasaron a incorporar una infinidad de principios y normas administrativas utilizadas en la Iglesia Católica. 

INFLUENCIA DE LA ORGANIZACIÓN MILITAR 

La organización militar también ha influido en el desarrollo de las teorías de la administración.
La organización lineal, por ejemplo, tiene sus orígenes en la organización militar de los ejércitos de la Antigüedad y de la época medieval.
El principio de unidad de mando, según el cual cada subordinado sólo puede tener un superior - fundamental para la función de dirección -, es el núcleo central de todas las organizaciones militares de aquellas épocas.
La escala jerárquica, es decir, la escala de niveles de mando de acuerdo con el grado de autoridad y de responsabilidad correspondiente, es un elemento característico de la organización militar, utilizado en otras organizaciones.
Con el transcurrir de los tiempos, la ampliación gradual de la escala de mando trajo también una correspondiente ampliación del grado de autoridad delegada: a medida que el volumen de operaciones militares aumentaba, crecía también la necesidad de delegar autoridad en los niveles más bajos dentro de la organización militar.
Otra contribución de la organización militar es el principio de dirección, según el cual todo soldado debe conocer perfectamente lo que se espera de él y aquello que debe hacer 

INFLUENCIA DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 

A partir de 1776, con la invención de la máquina de vapor por James Watt (1736-1819) y su posterior aplicación en la producción, una nueva concepción del trabajo modificó por completo la estructura social y comercial de la época, provocando profundos y rápidos cambios de orden económico, político y social que, en un lapso aproximado de un siglo, fueron mayores que los ocurridos en el milenio anterior.
A este período, que se le conoce como la Revolución Industrial, se inició en Inglaterra y se extendió por todo el mundo civilizado con rapidez.
La Revolución Industrial puede dividirse en dos épocas bien diferenciadas:
De 1780 a 1860: primera Revolución Industria1 o revolución del carbón y del hierro.
De 1860 a 1914: segunda Revolución Industrial o revolución del acero y de la electricidad.
Aunque se haya iniciado a partir de 1780, la Revolución Industrial no adquirió todo su ímpetu antes del siglo XIX. Surgió como una bola de nieve con aceleración creciente. 
La primera Revolución Industrial puede dividirse en cuatro fases.
Primera fase: la mecanización de la industria y de la agricultura
Segunda fase: la aplicación de la fuerza motriz a la industria
Tercera fase: el desarrollo del sistema fabril
Cuarta fase: un espectacular desarrollo de los transportes y de las comunicaciones
Con todos esos aspectos se define, cada vez más, un considerable control capitalista sobre casi todos los ramos de la actividad económica
A partir de 1860, la Revolución Industrial entró en una nueva fase, profundamente diferente de la primera Revolución Industrial. Es la llamada segunda Revolución Industrial provocada por tres acontecimientos importantes:
perfeccionamiento del dínamo (1873)
invención del motor de combustión interna (1873), por Daimler
desarrollo de nuevos procesos de fabricación del acero (1856)

Las principales características de la segunda Revolución Industrial son las siguientes:
1.La sustitución del hierro por el acero como material industrial básico
2.La sustitución del vapor por la electricidad y por los derivados del petróleo, como principales fuentes de energía
3.El desarrollo de las máquinas automáticas y un alto grado de especialización del trabajo
4.El creciente dominio de la industria por la ciencia
5.Las transformaciones radicales en los transportes y en las comunicaciones
6.El desarrollo de nuevas formas de organización capitalista
7.La expansión de la industrialización hasta la Europa Central y Oriental y el Extremo Oriente
Para la Teoría General de la Administración, la principal consecuencia de este proceso es el nacimiento de la organización y la empresa modernas con la Revolución Industrial, gracias a una multitud de factores, entre los cuales pueden destacarse:
La ruptura de las estructuras corporativas de la Edad Media;
El avance tecnológico, gracias a las aplicaciones de los progresos científicos a la producción, como también el descubrimiento de nuevas formas de energía y la posibilidad de una enorme ampliación de los mercados;
La sustitución de la producción artesanal por la industria. 
INFLUENCIA DE LOS ECONOMISTAS LIBERALES

Paralelamente a las diversas corrientes filosóficas, a partir del siglo XVII, se desarrolló en Europa una gran cantidad de teorías económicas, centradas en la explicación de los fenómenos empresariales (microeconómicos), y basadas, en un principio, en datos empíricos, es decir, en la simple experiencia corriente y en las tradiciones del comercio de la época.
A finales del siglo XVIII, los economistas clásicos liberales consiguen una gran aceptación de sus teorías, cuyo punto máximo tiene lugar con el advenimiento de la Revolución Francesa.
Las ideas liberales surgen del derecho natural: el orden natural es el orden más perfecto.
Los bienes naturales, sociales y económicos son inalienables y existe una armonía preestablecida en toda colectividad de individuos.
Según el liberalismo, la vida económica debe alejarse de la influencia estatal, puesto que los procesos relacionados con el trabajo, los principios económicos y la mano de obra están sujetos a las mismas leyes económicas que rigen el mercado de materias primas o el comercio internacional.
Los obreros, sin embargo, están a merced de los patrones porque éstos son los dueños de los medios de producción.
La libre competencia es el postulado principal del liberalismo económico. 

INFLUENCIA DE LOS PIONEROS 
INDUSTRIALES Y DE LOS 
EMPRESARIOS 

El siglo XIX fue testigo de un monumental desfile de innovaciones y cambios en el escenario empresarial. El mundo estaba cambiando, y las empresas también. Las condiciones para que surgiera la teoría administrativa estaban consolidándose paulatinamente.
En los Estados Unidos, entre 1820 y 1830, las obras realizadas en el canal de Erie dieron lugar a grandes construcciones y a los negocios del transporte.
Después de estas obras, la iniciativa empresarial de mayor envergadura fueron los ferrocarriles.
Las vías férreas norteamericanas fueron fruto de la iniciativa privada en su mayor parte, constituyeron un poderoso núcleo de inversiones, a la vez que dieron origen a toda una clase de inversionistas. A partir del ferrocarril, las inversiones y los seguros se tornaron populares. Además, el ferrocarril permitió la colonización del territorio y provocó el fenómeno de la urbanización rápida, el cual creó nuevas necesidades de vivienda, alimentación, vestido, luz y calefacción, traduciéndose en un crecimiento acelerado de las empresas enfocadas hacia la producción de bienes de consumo directo.
Antes de 1850, pocas empresas europeas o norteamericanas habían establecido una estructura administrativa bien definida. Pocas eran las empresas que necesitaban los servicios de un administrador - o de algo parecido - de tiempo completo, pues las empresas industriales eran muy pequeñas. Por lo general, eran negocios familiares en los que dos o tres parientes manejaban las actividades principales. Las empresas de la época, formaban todos parte de un contexto demasiado rural, que no conocía la administración de empresas. 


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